domingo, 16 de diciembre de 2007

Arte

El otro día fui a un museo a ver una exposición sobre Durero y Cranach, dos pintores alemanes del Renacimiento. La locura del arte como supermercado ha llegado ya a tales niveles, que no sólo había cola, sino que te daban turnos para entrar a la muestra, el mío era 30 minutos más tarde de la hora de llegada. Tiempo suficiente para ir a comprar a la tienda del museo, claro.

Llámenme esnob, pero debo decir que es imposible que a tanta gente le interesen Durero y Cranach, dos pintores por lo demás mucho menos globalizados que, por ejemplo, Andy Warhol, Picasso o Van Gogh, que al menos tienen la etiqueta de que “hay que verlos” porque si no sos un inculto. Y yo me pregunto de verdad si es cultura esta cultura que tenemos, en que vamos a hacer cola al museo para después irnos a comer en el restaurante de moda –haciendo otra cola- y acabar en casa mirando un programa de chismes. Así estamos.

De hecho, no puedo quejarme. Hacia el final del recorrido me paro delante del siguiente cuadro, de Lucas Cranach, el Viejo.



Y por cinco euritos pude ser testigo a mis espaldas (porque claro, había filas sucesivas de masas de gente mirando a la vez la misma pintura, una verdadera situación de disfrute artístico) de la siguiente conversación, protagonizada por una madre y dos niñas de unos 12 ó 13 años:

Niña: ¡Má! ¡Si es el cuadro con que empieza Mujeres Desesperadas!
Madre: Uy, es cierto, mira qué curioso…
Niña: sí, en el que se le cae la manzana…



Decidí apartarme un poco para mirar mejor los grabados en los que Durero retrata a los animales, tan impresionantes por cierto, por lo menos para poder disfrutarlos hasta que hagan un programa infantil en el que usen a la famosa liebre que todos hemos visto alguna vez de telón de fondo.

De todos modos, si ustedes quieren, a la salida de la exposición había camisetas y bolsas de tela con la liebre… aunque el cuadro no estaba colgado en ninguna de las salas. Si esto no es marketing, el marketing dónde está.

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Esta anécdota no es nueva, pero esto sí que es cultura viva y encarnada.

Se rompe la cisterna de mi baño. La abro, compro nuevo el sistema con la goma con que se tapa el agujero, el flotador, etc., y lo instalo. Pero no funciona bien, así que decido ir a preguntarle al señor de la tienda de repuestos de baño que me había atendido respondiendo con gruñidos amabilísimos a todos mis saludos y pedidos.

Al llegar, repite la mirada de ironía e incredulidad despreciante con la que ya me había recibido la primera vez, que vendría a ser como pronunciar la frase: “Vas a inundar el edificio tratando de arreglar la cisterna, tú”. Me dieron ganas de huir como la liebre de Durero, pero me compuse y cual Eva en el cuadro de Mujeres Desesperadas decidí hacer frente al Dios de la ferretería. Le cuento mi problema, y tras un profundo suspiro el Supremo espeta cual oráculo de Delfos:

- Vamos a ver. ¿Qué coño le pasa a usted cuando se pone el zapato izquierdo en el pie derecho?
-… (ya estaba a punto de huir, ahora sí)
-¿Que qué le pasa, eh?
-(Decido evitar la única frase que me viene a la cabeza, que es “qué tiene que ver eso con lo que yo le pregunté”). Pues no sé, que no puedo caminar…
-Pues ahí está.
-¿¿¿???
-…
-No entiendo, ¿quiere decir que lo instalé mal?
-Que va al revés de como lo puso… shhh… joder.
-Ah… muchas gracias.

Demás está decir que salí de la tienda como la mujer del cuadro cubista ese de Picasso, es decir partida a cachos. Pero tenía mi respuesta. Los dioses se habían apiadado de mí en la forma del conocimiento.



Monté el dispositivo cistérnico al revés y desde entonces ya no he tenido problemas. Hasta le bajé el flotador para que cargara menos agua y ser un poco ecológica. Es que yo estoy a la última, estoy.

Al ferretero de repuestos de baño daban ganas de estamparle la manzana en la cabeza como parece estar a punto de hacer Eva en esta versión de Durero. A lo mejor ella también tenía rota la cisterna y de ahí que ahora vivamos en la tierra. Y encima nos echan la culpa.

martes, 13 de noviembre de 2007


Hola!
Hace tiempo que los tengo abandonados, ya lo sé, y no porque no tuviese intención de contar cosas, pero sentarme a hacerlo... ah, esa es otra cuestión.
Hasta tuve en la cabeza una larga disertación sobre el inexplicable amor de los hombres por los coches y me puse a escribirla, pero sin terminar... prometo retomar este tema fundamental de la vida humana en próximas entregas (dentro de unos días, unos meses, unos años luz...)

Desde tiempo a esta parte la Crazy Community está un poco más calmada que antes, gracias a que he abandonado mi puesto al frente de la jaula de los grillos (o las locas, según la traducción de la famosa película). Sin embargo, no crean que por eso me angustio menos, que no, que si no con qué llenaría mis días.

Pero, para huir de las humenades locales me fui a ver algunas en Venecia, con una amiga.


Con mi amiga tardamos tres días hasta que decidimos pisar San Marco (la famosa plaza de Venecia), y eso que ella no había estado nunca allí, pero bueno, ¿quién dijo que hay que ir a ver lo más importante? Y sobre todo, ¿para qué ir cuando hay miles de cosas sin importancia que ver y que están buenísimas?
La verdad lo pasamos muy bien simplemente paseando y entrando a iglesias increíbles con obras maestras de un montón de artistas de los que ahora no me acuerdo más el nombre, pero que en aquel momento disfruté mucho, lo juro. Hasta prometí estudiarme esa época de la historia del arte que no domino muy bien, pero cuenta entre mis otras tareas pendientes.

También vimos arte moderno, fuimos a la Bienal, adonde he estado yendo cada dos años para dpa y que este año no había podido cubrir. Estuvo muy bien poderla recorrer con cierta calma, aunque no mucha porque era el día en que nos íbamos, y me gustó bastante. Les copio algunas imágenes.





Después volví, o lo intenté al menos, porque Iberia nos dejó una noche en tierra y nos llevó al Hotel Casa del Terror para dormir las dos horas que nos tocaron en suerte. Dormir es un decir, pero al menos no nos comió ninguna alimaña y fuimos capaces de soportar también el shock anafiláctico de alfombras rojas con góndolas doradas y fotos de los años 50 decorando el hall. Tras el desastre y el maltrato, que a la mañana siguiente las azafatas del vuelo que sustituyó al que se quedó en tierra nos sonrieran y nos regalaran un té y un jugo de naranja fue como abrir la puerta del paraíso. Para que vean lo simple que es llegar al cielo y al infierno.



Este domingo, para tocar algo de ese cielo de nuevo, fui con Jesús al Alto Tajo, en Guadalajara, un sitio al que ya hemos ido varias veces y que nos encanta. Según leímos, es la zona de España donde el aire es más puro y también menos contaminada a nivel lumínico. Pero es un secreto... shhhhh.... porque si los demás se enteran, dejará de serlo.
Hasta dan ganas de irse a vivir allí, o tener una casita y cosas así. Como soñar es gratis, aquí les mando más fotos, y hasta la próxima, para la que espero no tardar tanto:





viernes, 14 de septiembre de 2007

Filosofía






Aquel hombre era invisible,
pero nadie se percató de ello.
(minicuento. Gabriel Jiménez Emán)



Vivir es desear.


La frase la dijo alguien en la presentación de un proyecto de ayuda a mujeres inmigrantes, y me pareció un resumen perfecto, a la vez adaptable a todos. A los que deseamos consumir, a los que deseamos amar, a los que deseamos un mañana para todos, a los que deseamos simplemente vivir, o sobrevivir.


La filosofía es una entidad difícil estos días. Entendida como el pensar un poco en uno mismo, en lo que realmente se quiere, los anhelos. No pretendo ir a Hegel, en mi caso es inmensamente más simple. La filo queda sepultada por multitud de cuestiones a veces inútiles, el consumo una de ellas, los deseos que cubren a los verdaderos deseos. Distinguirlos se va haciendo cada vez más difícil en las sociedades ricas, pero también en las pobres.


Porque vivir es desear, y eso incluye siempre más. También lo bueno: superarse, aprender, crecer, añadir años a la vida. Los chinos siempre tienen frases maravillosas para esto, aunque nadie las entienda. Cosas como, y simplifico una vez más: "cuando aprendas a conocerte a ti mismo, y a amarte, sabrás cuál es tu camino. Pero resulta que justamente yo lo que quiero es encontrar mi camino, y no tengo tiempo para pasarme una vida hasta aprender por fin a quererme y aceptarme como soy. Claro, los chinos dirían: de eso se trata. Nada es fácil. Y nos arruinan las perspectivas occidentales de rapidez y eficacia. Dichosos chinos, se merecen trabajar 12 horas diarias 29 días a la semana, por exceso de filosofía.


Pero a veces, sólo a veces, no hace falta la filosofía. Como cuando tenemos delante un paisaje como el de Cádiz, que pegué al inicio de este blogeo y que parece casi de postal cursi. Qué difícil la línea entre la belleza sublime y el mal gusto. Pero no importa porque la angustia casi desaparece cuando se mira el sol y la playa. Y de paso a los hippies que aún existen (los de verdad, no los de la Toldería de la Griega -para los no porteños: casa de ropa hippie carísima para señoras "bian"), y envidiar su no necesidad de preguntarse por su filosofía de vida, ya que la han abrazado por completo (¡y conste que no quiero eso, sólo envidio su seguridad!)


O pasear de noche por Sevilla, con fresquito, olor a jazmines, disfrutando de una zona peatonal que han hecho alrededor de la catedral, por donde ahora sólo pasa el tranvía. Sevilla está preciosa, mucho más bella que hace unos años, no a todos la edad les sienta mal. Ni a nosotros, que seguimos siendo niños en busca de lo que vamos a ser de grandes.



































viernes, 31 de agosto de 2007

Hoy me tocó traducir el aniversario de la princesa Diana. Y una vez más me volví a sorprender de la capacidad para los lugares comunes que tenemos los seres humanos. En la misa, a los hijos no se les ocurrió mejor cosa que decir que era la "mejor madre del mundo". ¿Es que todo el dinero que tienen no les sirve para contratar a algún asesor que les diga otra cosa más ocurrente? ¿O la educación de élite que tuvieron no les permite ser aunque sea, un poquito, creativos? Aunque por otra parte es posible que ya no haya nada original que decir de Diana...
Y conste que no pretendo ser populista diciendo lo obvio: que la mejor madre es la que saca a sus hijos adelante no teniendo un centavo, trabajando y encima de todo eso dándoles valores, una educación. No, no lo diré. Entre otras cosas porque ya me harté de escribir de ella.
ANIVERSARIO
Manolete, "monstruo" en el paraíso de los toreros, murió hace 60 años

Por Romina López La Rosa (dpa) =

Madrid (dpa) - Era feo. Desgarbado, narigudo, tristón y rígido. Todo lo contrario al ideal del torero guapo y tradicional. Pero Manuel Rodríguez Sánchez, Manolete, hizo historia como pocos en las arenas de España y América, hasta su trágica muerte por una cornada recibida en el ruedo hace ahora 60 años, el 29 de agosto de1947.

En el mismo año en el que también se cumplieron 90 años de su nacimiento, el 4 de julio de 1917 en Córdoba, la figura de Manolete será homenajeada con una película que lleva su nombre, protagonizada por Adrien Brody y Penélope Cruz, cuyo estreno está previsto para octubre.

Brody, cuyo parecido físico con el torero le ha granjeado muchas simpatías durante el rodaje entre los fans de Manolete, declaró que el film mostrará "el miedo a la vida" que tenía el matador. "Era más feliz enfrentándose a la muerte que a la vida", afirmó el actor subrayando la impresión que dan las innumerables fotos en blanco y negro que se conocen del diestro, en las que sale, salvo escasísimas excepciones, siempre serio.

La muerte le llegó a Manolete en terreno conocido, durante una corrida en el año en que había dicho que se retiraría. Ocurrió el 28 de agosto, cuando toreaba en Linares a "Islero", un animal de la ganadería de Miura. En el momento en que le daba la estacada tras una buena faena, el toro levantó la cabeza y le produjo una cornada de 20 centímetros.

A partir de allí la tragedia empeoró cuando quienes lo llevaban a la enfermería equivocaron el camino, hasta que al final fue atendido lo mejor que se pudo en medio del caos y los gritos. Luego fue trasladado al hospital, donde para terminar de sellar su destino recibió una transfusión de plasma defectuoso. En torno a las 05:00 dela mañana del día siguiente Manolete murió. "¡Qué disgusto le voy a dar a mi madre!", fueron sus última palabras.

Toda España entró en luto por el matador que había revolucionado con su estilo el toreo, con medios pases, de perfil y encima del toro, más cerca que nadie. Pese a la resistencia de quienes defendían el toreo tradicional, Manolete, apodado el "Califa de Córdoba" y el "Monstruo", fue un auténtico ídolo de masas en vida. En un país que se recuperaba de laguerra civil, aportaba además como personaje los atrayentes elementos de romance complicado fuera de las plazas, con su relación con la actriz Lupe Sino, a quien encarna Penélope Cruz en la película de 20 millones de euros (unos 27 millones de dólares) dirigida por el holandés Menno Meyjes.

Además del film, al homenaje se suman numerosos libros con motivo del aniversario, una exposición de fotografías en Córdoba, así como su memoria presente en la feria de Linares de este año, con el protagonismo del torero y "manoletista" José Tomás.

Hijo, nieto y sobrino de diestros, Manolete estaba predestinado a las plazas, aunque su originalidad y sin duda la tragedia terminaron de crear el mito, que aún hoy perdura. El periódico "ABC" lo volvía adespedir este domingo con un especial: "‘Islero‘ se lo llevó al paraíso de los toreros bravos y lo coronó héroe de eterna leyenda".

dpa lr rg

viernes, 24 de agosto de 2007

sobreviviré

Esa debió de ser la palabra clave cuando comenzó este año. (Todos los años, si lo pensamos bien).
Como al ser la presidenta de la comunidad últimamente me dedico a tratar de ocultarme, no hacer ruido al abrir la puerta y hacer lo posible por pasar desapercibida (aunque mis padres dirán que éste es un problema que tengo desde la más tierna infania), he decidido unirme a la corriente de personas con una segunda vida online -en donde, puedo asegurarlo- no puede entrar La Loca de mi vecina. Ustedes dirán que huyo de la realidad y llego tarde al fenómeno cuando ya nadie tiene blogs. Y yo digo: ¿Cuál es la gracia si no voy contracorriente?
Así pienso que puedo mantenerlos al día de las novedades, o al menos colgar las fotos de esas que me gusta hacer bastante seguido...

Acabo de volver se Almazán, Soria, la localidad de 6.000 habitantes donde trabaja haciendo una carretera Jesús. Y deben necesitar una carretera, porque el pueblo está armado para los coches, que lo atraviesan sin cesar, mientras que por la calle no se ve a casi nadie. La población consiste en viejitos y señoras con carritos y nenes chiquitos. Es para pegarse un tiro... Con decirles que hasta se me contagió el alma almazana y -como no había NADA más que hacer- cometí el sin duda profundo error de limpiarle la casa a Jesús y cocinar. Vamos, que sólo me faltaba el carrito con los nenes, algo que al menos le hubiese dado más sentido a mis tres tristes días (gracias a dios sólo tres) de ama de casa aburrida.

Almazán tiene un pequeño núcleo antiguo que es muy lindo, y un paseo junto al río (el Duero), también precioso, pero en todo lo demás se han ocupado de destruir cualquier rasgo de belleza creada por el hombre o natural, con edificios de apartamentos de ladrillo a la vista que podrían estar en cualquier suburbio gris de una gran ciudad. Una pena. Y para colmo el verano allí ya no existía, estuvo nublado y con frío: vamos, que la cocina era el lugar más apetecible. Eso o subirse al dumper, una especie de tractor gigante con el que mueven tierra en la obra de la ruta..

Porque además, para acabar de delinear el horror -agárrense a la silla, porque es muy fuerte- NO HAY INTERNET en la casa de J, ni tampoco canales de televisión QUE NO SEAN DE AIRE!!!! O dios mío, por qué me has abandonado!!!!!

Pero eso sí, como afortunadamente tampoco hay casi utensilios de cocina, no conseguí volverme experta en pasteles, tortas y galletitas (no hay mal que por bien no venga). Con decirles que me inundó la felicidad al regesar a casa y cruzarme con La Loca por el pasillo, son su eterna vincha que le deja las raíces blancas del pelo al descubierto, y su perrito raza Susana Jiménez en el brazo izquierdo. Y hasta saludé a su padre, siempre vestido de negro y con boina, que parece Matusalén aunque posiblemente no llegue a los 80.

Lo dejamos aquí. Ya saben cómo va esto, me pueden dejar sus mensajes, más allá de los mails que seguiremos intercambiando...
Los quiero y los extraño.

Aquí van unas fotos del dumper (esa cosa verde chiquita soy yo), de Soria bonita (no todo es Almazán, y la naturaleza es preciosa) y de cómo quedó mi casa pintada de rosa ¡para que las buenas ondas no nos abandonen!